TEORIA DEL CONOCIMIENTO

La teoría del conocimiento (gnoseología), es aquella que trata sobre las leyes del proceso cognoscitivo, de los métodos, medios y procesos para el conocimiento verdadero. En la filosofía materialista dialéctica, se reconoce como el fundamento de dicha teoría, el acto del reflejo del mundo objetivo en el pensamiento; mas no como si este reflejo fuese en un espejo, sino en la elaboración de representaciones, conceptos, juicios, ideas, etc; resultado de la actividad práctica y transformadora de la realidad por el sujeto. En consecuencia, el conocimiento no depende únicamente de las leyes del mundo exterior reflejadas en nuestro pensamiento (leyes del ser), sino, a su vez, de las leyes que rigen el pensar.

La esencia del proceso del conocimiento, lo constituye la determinación del conocimiento verdadero, como base de una dirección consciente y científica de la transformación de la realidad. De este modo, no basta con el conocimiento de las leyes del mundo objetivo, sino es necesario el conocimiento de las leyes que rigen el ámbito de lo subjetivo: el pensar, a fin de que este pensar, en su interpretación del mundo, se ajuste lo más plenamente a la realidad objetiva; lo cual se sintetiza en la idea del reflejo objetivo de la realidad objetiva. Sólo con un conocimiento objetivo de la realidad objetiva, se puede prever científicamente los acontecimientos para enfrentarlos.

La filosofía materialista afirma que el mundo material es lo primero; ese mundo material es objetivo, armónico, ordenado, sistemático, posible de conocerlo en su esencia; la teoría del reflejo es la que nos permite entender las contradicciones de la realidad misma y su movimiento; y es en la práctica social donde: se tiene la base de todo el conocimiento, es el fundamental criterio de la verdad; y es objetivo final del conocimiento.

Para conocer la realidad objetiva, el método no se reduce a un simple conjunto de procedimientos y hábitos técnicos de investigación: debe ser una analogía de la realidad, es decir, un reflejo de las leyes del mundo objetivo. Para que el método sea auténticamente científico, para que sirva de instrumento que permita obtener conocimientos fidedignos, debe conducir el pensamiento del hombre paralelamente al camino que sigue el desarrollo de la propia realidad estudiada. El método ha de reflejar los nexos que existen en realidad entre los fenómenos, ha de expresar los cambios que experimenta realmente el objeto. Pues las leyes del conocimiento, las leyes del pensamiento, son, en última instancia, un reflejo de las leyes generales del ser en la conciencia del hombre.

La conciencia, es la forma superior del reflejo de la realidad objetiva, es la forma más elaborada y acabada de la comprensión del mundo por el individuo, y de su propio lugar en él. La conciencia, es lo que da significación y sentido a lo pensado, que se exterioriza a través del lenguaje orientando los sentimientos, la voluntad y propósitos del individuo. La conciencia, en su forma más elevada, tiene como base el aumento de los conocimientos, dados en el individuo, dirigidos por la actividad socio-productiva o práctica social.

La forma superior de la conciencia que parte desde lo sensorial, es el pensamiento; la forma superior del pensamiento es, a su vez, la conciencia en su forma más eleva. La conciencia en su forma superior, es un producto elaborado por el pensar; no consiste solamente en un reflejo sensorial de los objetos y fenómenos, sino también de abstracciones, conceptos, hipótesis y teorías. La conciencia se forma en el proceso de la actividad laboral socioproductiva, según el lugar que se ocupa en las relaciones de producción.

No es la conciencia la que determina la vida, sino es la vida la que determina la conciencia. En la unidad trabajo y pensamiento, desde la actividad laboral se va desenvolviendo, desarrollando y perfeccionando la conciencia. El trabajo como actividad orientada a un fin concreto es la condición fundamental de toda la vida humana y de la formación de la conciencia.

El surgimiento de la conciencia está unido directamente al nacimiento del lenguaje, de la palabra articulada, que expresa en una forma material las representaciones, los pensamientos de los hombres. Igual que la conciencia, el lenguaje sólo pudo formarse en el proceso del trabajo, que requería acciones conjuntas y coordinadas de los hombres, y no podía efectuarse sin el estrecho contacto, sin la comunicación permanente entre ellos.

El lenguaje en permanente liga con la realidad mediante el pensamiento es importantísimo para la formación y el desarrollo de la conciencia. Vincula a los seres humanos por medio de experiencias, conocimientos, sentimientos e ideas. El pensamiento se halla inseparablemente unido al lenguaje. Este no sólo fija los resultados de la actividad cognoscitiva del hombre, sino que es, además, requisito indispensable para la formación de los pensamientos y medio de expresión de los mismos.

Las unidades fundamentales del lenguaje son la palabra y la oración. La palabra representa la unidad del significado y el sonido. El aspecto material de la palabra, el sonido y la escritura, designa el objeto y es un signo. En cambio, el significado de la palabra refleja el objeto y es una imagen sensorial o mental. La oración es la forma material, la portadora de un pensamiento, de un juicio, más o menos acabado.

La palabra es la cobertura material del pensamiento. La palabra es el medio más importante para consolidar el reflejo generalizado de los fenómenos; de los objetos de la realidad. En el lenguaje verbal este aspecto material se manifiesta en sonidos y constituye la faceta fonética. Toda palabra contiene una determinada forma del pensamiento, que constituye el contenido.

La cognición o conocimiento es un proceso en virtud del cual el mundo circundante se refleja en la conciencia del hombre. Al influir éste, mediante su actividad práctica, sobre la realidad material, entra en conocimiento de las distintas partes que la componen, descubre las leyes de la naturaleza y de la sociedad.

El proceso de la cognición empieza con las sensaciones. Las sensaciones constituyen el reflejo de las distintas propiedades de los objetos y de los fenómenos del mundo material (colores, sonidos, olores. etc.) que actúan directamente sobre nuestros órganos de los sentidos. En la percepción, los objetos y los fenómenos se reflejan en conjunto. Cuando recordamos un objeto o un fenómeno cualquiera, surgen en nuestra memoria las imágenes de los objetos anteriormente percibidos. Estas imágenes se denominan representaciones.

En el proceso de la cognición pasamos de reflejar la realidad de manera inmediata y, por imágenes, a reflejarla por medio del pensamiento, pasamos al grado lógico del conocimiento

El pensamiento es, ante todo, un proceso de cognición generalizada de la realidad. En el proceso del pensar formamos conceptos en los que se reflejan, de manera peculiar, los objetos y los fenómenos de la realidad. La formación del concepto está vinculada a la extracción de lo general, a la separación de los rasgos esenciales del objeto de entre el conjunto de las propiedades generales.

En el proceso del pensamiento el hombre se da cuenta constantemente de la objetividad de lo pensado, compara el contenido de lo pensado con la realidad. Los pensamientos que surgen en nuestra mente, como reflejo de las relaciones de los objetos entre sí y de las relaciones entre los objetos y sus propiedades, necesitan ser comprobados; su veracidad ha de ser fundamentada. Esto significa que el acto de formular juicios es inherente al pensar humano. La finalidad de los juicios es reflejar la realidad tal como es por sí misma. Constituyen los nexos objetivos con los fenómenos y nuestra actitud frente a ellos. Nuestros juicios expresan el reflejo creador y activo que Incluye la previsión, la determinación del camino a seguir para transformar la realidad.

El pensamiento se caracteriza por la capacidad de cognición mediata de la realidad. Esto significa que, gracias al pensamiento, se llega a conocer no sólo lo recogido directamente a través de los órganos de los sentidos; el pensamiento también nos permite juzgar acerca de hechos que no son objeto de percepción inmediata, pero que guardan cierta relación con otros hechos percibidos como inmediatos. Al analizar el contenido de estos conocimientos anteriores y al relacionar con él los nuevos hechos captados, podemos inferir un nuevo conocimiento sin recurrir a la experiencia directa. De esta suerte, en el proceso de pensar hacemos constantemente uso de raciocinios. Se denomina razonamiento a la operación discursiva por medio de la cual obtenemos un conocimiento nuevo, inferido, partiendo de otro conocimiento.

En el proceso del pensamiento, el conocimiento tiende a ser concreto, es decir, multilateral, abarcando el objeto como un todo. Mas el propio concretamiento puede ser diferente. En la experiencia sensorial del hombre, el objeto puede ser dado en muchos nexos y relaciones. Es sabido, sin embargo, que sólo los nexos y relaciones exteriores son asequibles al conocimiento empírico. Por eso, la concretación sensorial no toma el objeto en sus conexiones profundas y es incapaz de llegar a la auténtica integridad.

Para la obtención del conocimiento empírico, nos apoyamos en tres conceptos científicos: cualitativos, comparativos y cuantitativos; y con ellos utilizamos los métodos de la observación, medición y experimentación.

El conocimiento elemental de los cambios que ocurren en el universo se adquiere por medio de la observación. En un principio, la observación consiste en registrar los movimientos percibidos directamente por los sentidos. La determinación así lograda es simplemente cualitativa. La medición es comparar la magnitud que se mide con cierta magnitud homogénea, tomada en calidad de patrón. Con ayuda de uno u otro sistema de mediciones se describen cuantitativamente las propiedades de los cuerpos, que constituyen un importante elemento del conocimiento. La medición eleva el grado de exactitud de nuestro conocimiento. El experimento es la fuente del conocimiento científico; en él se originan y a él conducen todos los desenvolvimientos de la ciencia. Incluso sus desarrollos teóricos parten directamente de los resultados experimentales y llevan reiteradamente al experimento, tanto para comprobar su validez, como para encontrar su aplicación en otros conocimientos y en el amplio dominio de la técnica.

Ahora bien, para elevarse a un peldaño superior del concretamiento hay que tomar primero el objeto o el grupo de objetos en un aspecto determinado, haciendo abstracción de los demás aspectos. En este sentido, el propio pensamiento puede ser considerado como un modo de comprender la realidad por medio de la abstracción. La abstracción es un medio importantísimo de comprender el pensamiento del objeto. Mediante ella se destaca la propiedad, el aspecto, esencial en una relación dada. Y al destacar una propiedad o relación, el pensamiento puede abstraerse de las propias cosas y fenómenos a los que pertenecen dichas propiedades y relaciones.

En el proceso de la abstracción, el pensamiento no se limita a destacar y aislar alguna propiedad y relación del objeto asequibles a los sentidos, en ese caso, la abstracción no supera los defectos del concretamiento sensorial, sino que trata de descubrir el nexo oculto e inasequible al conocimiento empírico. Debido a ello, sumergirse en la abstracción es el procedimiento que permite comprender más a fondo el objeto. El pensamiento, al elevarse de lo concreto a lo abstracto, si es correcto, no se aleja de la verdad, sino que se acerca a ella. La abstracción de la materia, de una ley de la naturaleza, la abstracción del valor, etc.; en una palabra, todas las abstracciones científicas, correctas, serias, no absurdas, reflejan la naturaleza de una manera más profunda, veraz y completa. Así lo confirma la ciencia moderna, que ha hecho de la abstracción el instrumento principal para penetrar en los secretos de las cosas y de los procesos.

El movimiento de lo concreto-sensorial a través de lo abstracto hacia lo concreto en el pensamiento, que se efectúa sobre la base de la práctica, comprende métodos como el análisis y la síntesis. La abstracción presupone una división mental del fenómeno u objeto en sus propiedades, relaciones, partes, grados de desarrollo, etc.

El análisis y la síntesis forman parte en todo pensamiento y están ligadas entre sí inseparablemente en cualquier tipo de actividad mental. El análisis y la síntesis nacen de la actividad práctica. Tanto los juicios analíticos como los sintéticos sirven para ampliar nuestros conocimientos, para obtener conocimientos nuevos.

El análisis es un procedimiento de investigación que desempeña un papel inmenso en el proceso del pensar que va de la apariencia externa de los fenómenos a la esencia de los mismos, en el proceso en virtud del cual se supera la contradicción entre lo externo y lo interno. El análisis descompone un todo complejo en sus partes no sólo para mostrar de qué se compone el objeto, sino, además, para descubrir la esencia del mismo, sus cualidades, causas y contenido.

El objetivo principal de la síntesis estriba en poner de manifiesto en todo el movimiento de los fenómenos, la "base generadora", la esencia de la cosa o del fenómeno descubierta por medio del análisis; la síntesis une las partes, los elementos componentes, en un todo, pero no como si se tratase de un "montaje" mecánico de partes sueltas en un solo mecanismo, sino de un proceso de investigación para ver de qué modo la base, la esencia de la cosa se materializa en la concreta diversidad de sus partes y propiedades.

En el proceso del análisis el pensar se mueve de lo idéntico, de lo esencial, a lo distinto y múltiple, en cuyas formas se descubre la esencia de las cosas. Mientras que en el proceso de la actividad sintética el pensar va de la diversidad a la identidad y a la unidad.

La creación de lo concreto en el pensamiento se efectúa sobre la base de la síntesis, reduciendo a la unidad las diversas propiedades y relaciones descubiertas tanto en el objeto de que se trate como en los demás.

El método sintético del pensamiento sirve de base a la creación científica, que comprende la realidad en toda su objetividad y concretamiento. La cognición no puedo dar un verdadero paso adelante únicamente analizando o únicamente sintetizando. El análisis precede a la síntesis, pero él mismo es posible sólo tomando como base los resultados de la labor sintetizadora realizada; el nexo del análisis y la síntesis es orgánico, internamente necesario.

La veracidad del resultado de la transformación de la información obtenida depende de la veracidad de la información inicial, y dicha con dicha transformación se adquiere un nuevo conocimiento o se mejora el ya existente, recibiendo nuevas propiedades valiosas para nosotros, para ello se utilizan los siguientes métodos del desarrollo del conocimiento.

La deducción es toda conclusión en general, y en el sentido más específico y usado, la demostración o derivación certera de la afirmación (consecuencia) de una o varias otras afirmaciones (premisas) sobre la base de las leyes de la lógica. En el caso de la conclusión deductiva, las consecuencias se contienen en forma encubierta en las premisas, y deben ser extraídas de ellas empleando los métodos del análisis lógico. Los silogismos son utilizados para este fin y son forma fundamental del conocimiento científico que permite de dos proposiciones conocidas deducir nuevos y distintos juicios.

El método axiomático consiste en que se toma como principios que no necesitan demostración -axiomas- una serie de enunciados de la ciencia que se distinguen por su comunidad, evidencia u otras propiedades esenciales para la cognición. Los demás postulados de la ciencia son deducidos de ellos, en calidad de efecto, de conformidad con las reglas de la lógica. Organiza el saber científico. Por lo común se establece cuando, desde el punto de vista del contenido, la teoría se encuentra ya suficientemente estructurada y entonces permite obtener de sí misma una representación más exacta, en particular una deducción rigurosa de todas las conclusiones que se desprendan de las afirmaciones admitidas.

El hipotético-deductivo es un sistema de procedimientos metodológicos, que consiste en plantear algunas afirmaciones en calidad de hipótesis y verificarlas mediante la deducción, a partir de ellas, de las conclusiones y la confrontación de estos últimos con los hechos. La valoración de la hipótesis puede conducir a su aceptación o refutación fundamentadas.

La inducción es el modo de razonar desde lo general a lo particular, desde las tesis generales a las conclusiones particulares. Consiste en hacer extensiva a nuevos objetos la información obtenida durante el estudio de cierta multitud de objetos.

La analogía es la semejanza parcial o similitud entre diferentes objetos o fenómenos. Dentro de ciertos límites, la analogía puede servir de medio para conocer los caracteres y las propiedades todavía no reveladas de tales o cuales objetos. En lógica, la analogía constituye una modalidad del razonamiento: la similitud de ciertos caracteres de dos objetos permite concluir, por analogía, la similitud de otros caracteres. En el sentido lato de la palabra, las conclusiones por analogía pueden definirse como transferencia de la información recibida durante la investigación de un objeto (modelo) a otro objeto denominado prototipo (o muestra, original). Puesto que las conclusiones por analogía son la base lógica del empleo de modelos en el proceso cognoscitivo, no debe hablarse de dos métodos diferentes -analogía y modelado-, sino de un solo método -analogía-modelado-, que puede ser analizado desde lados distintos.

La aclaración y la fundamentación de lo que haya de verdadero o de falso en los pensamientos, la diferenciación de los pensamientos en verdaderos y falsos, se realiza a través de la actividad práctica del hombre, a través de su trabajo. En el proceso del trabajo se ponen a prueba los conocimientos, las hipótesis y la experiencia anterior, es decir, todo lo que sirve de base para la actividad deliberada del trabajo. En el proceso de la actividad práctica se comprueba, se precisa y se amplía nuestro saber.

De la actividad práctica del hombre surge la idea, se desenvuelve sirve a ella. La idea es el pensamiento que ha alcanzado un alto grado de objetividad, plenitud y concretamiento y, al mismo tiempo, está orientado a la realización práctica. Finalidad, proyecto de la acción del sujeto, plan con que se propone modificar el objeto. Surge de la voluntad, perseverancia y entusiasmo emocional. Cuando la idea se plasma en la realidad, queda resuelto el problema de su veracidad objetiva y se barre lo aparente e ilusorio que había en ella.

De la interacción práctica del sujeto y el objeto surge el valor como un fenómeno sociohistórico, propiedad de los objetos surgidos en el proceso del desarrollo de la sociedad. Propiedad de los objetos de la naturaleza incluidos en el proceso del trabajo y del ser.

Las características gnoseológicas del valor son: verdadero, falso, esencial, no esencial, probable, fidedigno, etc. Aspira a registrar la concepción del objeto tal y como existe fuera del hombre y de la humanidad, a liberar la conciencia de la actitud del sujeto, del hombre, ante su contenido y a deducir en forma pura el conocimiento propiamente dicho, es decir, la verdad objetiva.

Las características axiológicas del valor son: qué provecho y rendimiento práctico puede tener un conocimiento concreto en la sociedad, qué necesidad material y espiritual del hombre puede satisfacer. Trata, tanto en el propio objeto como en su reflejo, de centrar la atención en la actitud del hombre, de valorarlo todo desde el punto de vista de las posibilidades que contiene de satisfacer las necesidades humanas; no toma el conocimiento en forma pura, sino su plasmación en la cultura material y espiritual, capaz de servir al hombre y a sus fines.

Los métodos de investigación científica son sistemas más o menos complejos de procedimientos elementales. Estos métodos sirven para someter a un estudio mental previo los objetos a investigar, conseguir un conocimiento empírico primario y desarrollar el conocimiento adquirido; los analizamos a continuación:

La idealización es un acto intelectivo ligado a la formación de algunos objetos abstractos que no pueden ser realizados, creados, en la práctica por vía experimental. Los objetos idealizados constituyen ciertos casos límites de tales o cuales objetos reales y sirven de instrumento para el análisis científico de los mismos, sirven de base para estructurar la teoría de dichos objetos reales; así, pues, en última instancia aparecen como imágenes de las cosas, procesos y fenómenos objetivos. Junto a la abstracción, a la que se halla estrechamente unida, la idealización se presenta como poderoso recurso para el conocimiento de las leyes de la realidad.

La formalización es la especificación del contenido del conocimiento realizada mediante la confrontación con los objetos, fenómenos y procesos que se estudian de una esfera determinada de la realidad, algunas construcciones materiales que poseen un carácter relativamente estable, gracias a lo cual es posible descubrir y fijar las partes esenciales, sujetas a ley, de los objetos examinados. La particularidad de la formalización como recurso gnoseológico estriba en que con ella, el contenido se descubre y precisa al revelar y establecer sus formas.

El análisis sistémico se aplica principalmente a la investigación de los sistemas artificiales, creados con la participación del hombre, con la particularidad de que un importante papel en ellos pertenece a la actividad del hombre; debe estudiarse como algo íntegro, como sistema en interacción de todos sus componentes. Importante etapa del análisis sistémico es la construcción de un modelo generalizado, o de una serie de ellos, del sistema que se investiga o se diseña, modelo en el que se tengan en cuenta todas las variables esenciales del sistema.

La creación representa la actividad de la razón humana, o sea, es racional y, por consiguiente, objeto del análisis lógico. La teoría es un sistema de conocimientos fidedignos sintetizados que ofrece una representación íntegra de las regularidades y concatenaciones esenciales de la realidad y que describe, explica y predice el funcionamiento de un conjunto determinado de sus componentes.

Es un sistema de conceptos, categorías y leyes, saber generalizado, es el reflejo objetivo de la realidad y se encuentra indisolublemente ligada a la práctica; pueden servir de guía para la transformación de la realidad. El criterio de la veracidad de una teoría es la práctica y está condicionada social e históricamente.

La formulación y desarrollo de la teoría científica inicia con el planteamiento del problema, es lo que el hombre no conoce y debe conocer, búsqueda de algún resultado. No es sencillamente el desconocimiento, sino el conocimiento del desconocimiento. La capacidad de plantear correctamente un problema, de determinar la necesidad real de un nuevo conocimiento que pueda ser satisfecha en las condiciones existentes, significa ya recorrer casi la mitad del camino que conduce al logro del nuevo conocimiento. Puede ser formulado mediante preguntas, puede ser expresado de manera conminatoria.

En la ciencia moderna son hechos tanto los resultados de la observación científica empírica como las leyes cuya variedad ha sido establecida en la práctica. La veracidad de un conocimiento es condición indispensable para que se transforme en hecho.

La conjetura es una suposición primaria no estudiada todavía en grado suficiente y cuyos fundamentos lógicos y empíricos no han sido dilucidados. Surgen las acciones intuitivas. La hipótesis es el conocimiento basado en la suposición. La argumentación y demostración de la hipótesis presupone la búsqueda de nuevos hechos, la organización de experimentos y el análisis de los resultados anteriores de la cognición; a veces, para explicar el mismo proceso se adelantan varias hipótesis, que son experimentadas con procedimientos diferentes.

El objetivo fundamental de cualquier investigación científica es el descubrimiento y formulación de leyes, debido a que en ellas se expresan las relaciones y vínculos esenciales y de los objetos y fenómenos. La ley es el reflejo de lo esencial en el movimiento del universo; el camino del descubrimiento de las leyes pasa por la hipótesis. Es una de las etapas del conocimiento por el hombre de la unidad y de la conexión, de la dependencia recíproca y la totalidad del proceso universal.

La teoría no es algo absoluto; es un sistema cognoscitivo relativamente perfecto, que se modifica en el transcurso de su desarrollo. Los cambios en la teoría se efectúan incluyendo en ella nuevos hechos y los conceptos que los expresan y precisando los principios.

En el método filosófico dialéctico materialista quedan las funciones de orientación metodológica universal, de selección de los caminos más generales para la búsqueda, fundamentación y predicción global de las direcciones magistrales del movimiento del conocimiento, así como el control relativo a la concepción del mundo y la regulación ideológica de principio en la aplicación de los métodos científicos particulares. El método filosófico, al actuar por medio de los métodos científicos particulares, no los sustituye, sino que actúa como componente general del sistema integral de métodos científicos de obtención y aplicación del conocimiento científico para la transformación de la conciencia y de la realidad.

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