LA NUEVA ESCUELA COMO CENTRO CULTURAL 

LA NUEVA ESCUELA

  • Ha de brindar una educación completa, vinculada con las dimensiones del actuar comunitario-ciudadano, enlazando líneas estratégicas y transversales, las cuales se expresarán como disciplinas y contenidos necesarios para el desarrollo potencial de cada sujeto.
  • Promoverá la investigación científica y tecnológica, así comola difusión de la cultura y el deporte.
  • Educará en el trabajo, en el más amplio sentido del término; la praxis en la que el sujeto se transforma a sí mismo y a su ámbito social y material.
  • La educación como instrumento liberador debe propiciar en los alumnos, los docentes y la sociedad, el desarrollo de estrategias, estructuras, instrumentos y herramientas del conocimiento necesarios para fortalecer capacidades, habilidades, destrezas y actitudes favorables para el logro de un desarrollo personal y colectivo pleno.
  • Se promoverá la defensa de la integridad y la soberanía sobreel patrimonio económico, político, social, natural y cultural de la nación, como premisa indispensable para lograr un nivel de vida digna para todos los mexicanos.
  • Se buscará formar sujetos con horizontes internacionalistas, de amplias capacidades culturales y laborales; se establecerá como meta el sujeto lúdico, crítico, epistémico, ético, es decir, individuos cultos y libres para la nueva patria.

LA ESCUELA QUE QUEREMOS.

Como un espacio para construir proyectos de futuro, como un centro cultural, de potenciación, encuentro y proyección de la comunidad, un espacio para la colectividad. Que cada día en la escuela se convierta en un acto comunitario cultural, con la participación de los otros/otras, y nosotros/nosotras, en el que todos nos disponemos a contar con nuevas explicaciones acerca de los fenómenos naturales y sociales de la realidad hasta su transformación.

Buscamos que la escuela se reposicione en el imaginario de la población, que a través de la misma la comunidad vea y conozca la problemática presente, al mismo tiempo que se plantean perspectivas de solución y se participe de los procesos de lectura, concientización y transformación de la realidad.

Es un medio a través de la cual nos constituimos en una sociedad política, culta, pensante y crítica de la realidad. Es uno de los instrumentos para hacer viable la justicia social.

Desde la escuela se proyecta un México soberano para el buen vivir, la felicidad y la justicia. Forma niños y jóvenes con pleno desarrollo humano; cultos, de pensamiento libre, de acción colectiva, de compromiso patriótico y ética en favor de los derechos humanos y de la vida.

Educará en el trabajo, en la que el sujeto se transforma y transforma su ámbito social y material; el trabajo humanizado, con valor social, creador y creativo, juegan un papel pedagógico, central, ajustado al principio de respeto de la dignidad humana, de la vida y del planeta. Una escuela y una sociedad valen moralmente lo que vale en ella el trabajo como actividad propiamente humana.

En la escuela nueva, no sólo reconoce la importancia evidente de la formación intelectiva (esa que se da en el campo de las ciencias tanto naturales como sociales), de igual manera da importancia a la formación moral (en el campo de la ética, en la distinción de lo bueno y lo malo, y por lo tanto, en la formación de una conciencia social, de responsabilidad y compromiso con dicha sociedad); y de la percepción sensible de lo bello y del desarrollo de las capacidades creativas en la formación en lo estético (en la distinción entre lo bello y lo feo). La educación ético-estética en particular, es la formación del sujeto en el verdadero humanismo.

Una escuela donde la dignidad sea una de las más altas cualidades de la condición humana que se refleje en su labor diaria; porque una escuela y una sociedad donde se dignifica a los semejantes, se dignifican a sí mismo; cuanto más ello se haga, mas contribuye a la humanización del ser humano.

Una escuela donde se reponga el pensamiento científico como el conocimiento objetivo de la realidad objetiva, y el método de la ciencia en función del conocimiento de la verdad; por su objetividad, causalidad, lógica o procedimientos hipotético-deductivos, en la práctica histórico-social, y con carácter de predictibilidad científica; en las mentes de todos los actores educativos, en tanto su principal herramienta para interpretar el mundo con certeza, y poder transformarlo en su interés.

Una escuela donde sus protagonistas, que a través de la actividad artística y sus cualidades de lo bello de la vida, el placer y la alegría espiritual; se reconoce a sí misma en su obra, y tanto más aún, reconociéndose se perfecciona, adquiriendo una inmensa función cognoscitiva y educativa en la sociedad.

Desde la escuela se fomentará el desarrollo de múltiples hábitos del ser humano en su ser, hacer, pensar, sentir y decidir, que tienen que ver con la formación de un ser social con identidad.

Vamos por la educación que conceptualiza, contextualiza y forja sujetos colectivos, con la filosofía de la emancipación humana, con la disposición a encontrarse, dialogar y realizarse en y con los otros.

Vamos por la escuela que potencia el desarrollo cultural de los pueblos, respetando su desarrollo histórico cultural; ¡toda la creación material y espiritual para dignificar la vida!. La música, el canto, la danza el baile, la pintura, el cine, la biblioteca, el teatro, las ciencias, la granja escolar, entre otros elementos de la acción pedagógica darán cuenta de la escuela que culturaliza, donde se aprende a transformar, escuela sabrosa y sin estrés, propulsora de la felicidad.

LA CONSTRUCCIÓN COLECTIVA

Adelar João Pizetta

La fuerza de cualquier organización está en la construcción colectiva, la cual se relaciona con múltiples factores a partir de una realidad determinada, concreta. Dos de ellos se consideran claves:

1. La formación de la conciencia, de la organicidad de sus miembros y,

2. La capacidad de organización, movilización y lucha, las verdaderas parteras de las transformaciones.

La fuerza está también en la claridad de sus objetivos, tanto inmediatos como estratégicos, pues es en función de ellos que se construye la estructura orgánica y se definen las tácticas y estrategias; en los valores humanistas y colectivos que cultiva y propaga; en los principios éticos y morales; en la afectividad y solidaridad; en la capacidad de alianzas con otras fuerzas en lucha. Toda esa fuerza debe ser construida tanto desde el punto de vista de la elaboración teórica, como desde el punto de vista práctico.

La apropiación del conocimiento científico, de las experiencias históricas, de las estrategias de lucha, de organización y también la formación política, son condiciones esenciales para el avance de una organización en la cual sus miembros se transforman en sujetos políticos con capacidad de pensar, de elaborar, de hacer. El estudio es fundamental.

El método es una condición imprescindible para el trabajo organizativo de cualquier organización. El método es algo dinámico, va siendo elaborado e implementado, para enfrentar y superar desafíos que surgen en la realidad; para superar las contradicciones inherentes a cualquier proceso. El método exige creatividad, esfuerzo colectivo, osadía para crear algo nuevo.

Hagamos nuestra propia experiencia y que ésta sea la voz, el mensaje, el legado que dejemos a los que vengan después de nosotros. La historia continúa, porque la lucha del pueblo que la mueve está siendo construida cada vez con mayor intensidad. Preparémonos para llevar adelante y conquistar las transformaciones necesarias para avanzar hacia una sociedad de hombres y mujeres libres.

LA DIRECCIÓN DE UNA ESCUELA

Es, en primer lugar, dirección pedagógica y, allá en último lugar, dirección administrativa. La conversación individual, amistosa, franca y cordial constituye el principal método de trabajo del director con los maestros. Considero que mi función más importante como dirigente de la escuela es lograr que el maestro sea un investigador atento, curioso. Por su propia lógica, por la base filosófica, por el carácter creativo, el trabajo pedagógico es imposible sin la investigación científica. La idea pedagógica constituye las alas para el vuelo de la creación colectiva. Si queréis que el trabajo pedagógico proporcione júbilo al maestro y que las lecciones diarias no sean una obligación, un ceremonial tedioso y monótono, situad al maestro en el camino de la investigación científica pedagógica.

EL COLECTIVO ESCOLAR Y SU RELACIÓN ÉTICA

Cada miembro del colectivo debe ser responsable con el cumplimiento de las acciones asumidas. Debe evitarse que los miembros del colectivo estén centrados en sus tareas sin importarles las del resto. Se expresará una subordinación de intereses personales a los profesionales, a los de la educación. Reconocer que la dificultad o éxito de uno es dificultad o éxito de los otros. Se debe tener confianza en las posibilidades del desempeño correcto del otro.

Cada integrante del colectivo debe tener una actitud solidaria con sus compañeros; brindarse ayuda mutua ante toda y cualquier circunstancia, el uno puede contar con el otro. Deben existir relaciones de coordinación y colaboración, evitándose las relaciones de competencia y poder.

No encubrir lo mal hecho, o acomodarse haciendo recaer el trabajo en los otros. Ser sinceros y francos para abordar los problemas con transparencia y tener la disposición de ceder con posiciones constructivas para llegar a soluciones conjuntas. Es necesario el intercambio constante de experiencias, ideas, razonamientos entre los integrantes del equipo, para la retroalimentación de lo acontecido en el desarrollo del trabajo. Ser tolerantes, pacientes y prudentes, ante ciertas características personales, siempre que no afecten los objetivos formativos y del trabajo.

Exigentes uno con otros y autoexigentes consigo mismo. Críticos ante lo que no permite avanzar el trabajo y objetivos comunes y auto críticos, para lo cual deben ser muy receptivos. Las relaciones entre los miembros del equipo deben estar basadas en la comprensión y confianza, la ayuda y el respeto mutuo. No dañar el prestigio del desempeño del profesor ante el resto del equipo, de los alumnos y demás profesores de la comunidad pedagógica. Tener en cuenta que en la conformación del colectivo, no siempre podrá ser por afinidad, por lo que lo principal es el trabajo común, la comunicación, el trato recíproco sobre la base del respeto, la empatía que se establece por medio del roce en el trabajo diario. En el transcurso del trabajo pueden surgir conflictos, contradicciones, desacuerdos, que deben ser resueltos de manera enriquecedora por los propios integrantes. Los problemas que surjan en la dinámica del trabajo no deben ser resueltos a partir de la búsqueda de un culpable, sino de la búsqueda de la solución al problema. El ejemplo de trabajo en colectivo debe servir de modelo de trabajo en equipo para los propios alumnos.

TRES REQUISITOS QUE SON INDISPENSABLES EN NUESTRA TAREA PEDAGÓGICA:

  • La ejemplaridad del profesor, debe estar presente en cada momento de su actuación.
  • La organización escolar, debe propiciar un ambiente educativo donde prime la disciplina, el orden, la belleza, la organización y la tranquilidad.
  • La clase, es la vía fundamental.

LA ORGANIZACIÓN ESCOLAR.

La vida de la escuela ene que caracterizarse por un clima favorable al estudio, al trabajo y a la felicidad. Donde los docentes, alumnos, padres de familia y comunidad sean protagónicos en el diseño de la misma. Se hace necesario establecer un estilo pedagógico científico a partir de formas de trabajo colectivo e individual, que garantice el desarrollo de todas las potencialidades humanas para formarnos como ciudadanos conscientes. La organización escolar es fundamental para el funcionamiento del centro cultural que aspiramos a construir, donde es necesario aplicar todos los recursos existente, humanos y materiales, de forma racional. Es urgente posicionar la escuela en el imaginario de la comunidad, una escuela que potencia el desarrollo cultural de los pueblos, donde se aprende a transformar, vamos por una escuela sabrosa y sin estrés, propulsora de la felicidad.

LA FAMILIA Y LA ESCUELA.

La familia junto a la escuela son las instituciones que inician la socialización del ser humano. Ambas tienen entre sus características las de estar abiertas a las influencias recíprocas y cooperar entre sí. Los docentes son los profesionales que tienen las mejores posibilidades para estimular estas relaciones entre el hogar y la escuela. Para una mejor integración de los padres de familia, es necesaria la información oportuna, el análisis y discusión permanente de los temas que se relacionan en el proceso de formarnos, junto con sus hijos y docentes, en seres humanos más conscientes. Para la formación integral de los estudiantes y desarrollar sus potencialidades, es necesario la participación activa de los padres de familia, la integración protagónica en todo el proceso educativo; en los diagnósticos comunitarios que se realizan en asamblea, en el diseño del plan comunitarios, de perfiles y anual, en la realización de cada actividad consensada en la escuela a realizarse en la realización de cada actividad consensada en la escuela a realizarse en ella o en la comunidad, en el acompañamiento en todo el caminar pedagógico de la escuela, en la evaluación de todo el proceso educativo. Una escuela donde caminan juntamente, docentes, alumnos y padres de familia, será un espacio donde realmente se forme un alumno con una educación integral, científica, humanista, que nos lleve a todos a una vida más digna.

LA COMUNIDAD.

Los educadores populares, estamos llamados a ser parte integrante de la comunidad, a vivir su cultura y su pensamiento, a pensar, a participar en sus procesos organizativos. En esta orientación, el educador popular y la escuela, son la comunidad misma. La escuela debe asumir la responsabilidad de potenciar la organización democrática de la comunidad e involucrar a todos los actores sociales en la definición de planes de desarrollo y en procesos de gestión que garanticen la solución de los problemas, así como la definición de las formas de organización social y de ejercicio del poder.

Nuestra utopía: 

"vivir como si estuviéramos preparándonos siempre para un gran encuentro. El encuentro con la dignidad humana".

Queremos ser maestras y maestros con plena conciencia de clase, preparados y seguros de nosotros mismos, conscientes de nuestro papel social, comprometidos con una educación de humanista, científica e integral, a partir del sentido común, la sensibilidad y el sentido filosófico y pedagógico. Nos declaramos ávidos y siempre abiertos a enseñar a los niños y jóvenes dónde buscar la libertad, cómo alimentar la esperanza y forjar la cooperación para fortalecer su desarrollo íntegro y creativo.

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