Juicio Intelectivo.
a) Teoría del Conocimiento y Criterios de la Verdad.
Debemos decir que, en principio, hablamos aquí de la teoría del conocimiento como la teoría del reflejo, y de la "ciencia de la modernidad ilustrada", esa ciencia galileano-kepleriana y baconiana-cartesiana, la cual se rige por los criterios de la verdad, en tanto que la ciencia es el único conocimiento susceptible de ser verdadero, y que tiene en ello su finalidad al servicio de la sociedad.
La fuerza de la dialéctica materialista, está precisamente en que su teoría del conocimiento (gnoseología o epistemología), se identifica plenamente con los criterios de la ciencia (o de la ciencia de la modernidad ilustrada, si se ha de ser precisos).
En la teoría del conocimiento dialéctico materialista, la relación del sujeto pensante con la realidad, se define como una relación "sujeto-objeto", donde el sujeto, mediante sus sensaciones o aparato sensorial, percibe la realidad el mundo de los objetos materiales (ya sea que la realidad se le eche encima, ya que él incida sobre la realidad, pero lo cierto es que ocurriendo ello simultáneamente), de donde se forma en su cerebro un reflejo de esa realidad a manea de su representación en conceptos e ideas, siempre incompletas, de dicha realidad; viéndose siempre en la necesidad de incidir infinitamente sobre los objetos de su conocimiento, los cuales en su movimiento y transformación natural, van siempre adelante del conocimiento posible del sujeto, haciéndose necesario, por ello, la ciencia.
Si ha de enseñarse la ciencia, la educación ha de tener un fundamento teórico y una práctica científica para el conocimiento verdadero. Pero más aún, la educación científica hoy en día, está reclamando el combate a los embates de la anticiencia, que despoja al proletariado del arma más poderosa para la transformación de la realidad, y de ahí que se debe ser explícito en una propuesta de proyecto educativo, en el responder a los criterios de la verdad:
1 La objetividad; concepto por el cual no debe entenderse "neutralidad", sino que, aún teniéndose una posición definida, la objetividad se da cuando: 1) se reconoce la existencia de una realidad exterior a nuestro pensamiento, 2) cuando se entiende que esa realidad está formada por el mundo de los objetos materiales, 3) cuando, dando primacía a la realidad objetiva, en nuestro pensamiento se procura reflejar en lo más posible de la manera más fiel, esa realidad, independientemente de nuestros deseos o voluntad.
2 La causalidad; o también el llamado determinismo; es decir, por lo cual podemos saber qué origina un efecto dado, y que por lo regular, será sólo eso lo que lo origina; de modo que conociendo la causa, y en la eventualidad el poderla modificar, se obtendrán los efectos deseados.
3 La lógica; de lo cual se sigue esencialmente el método hipotético-deductivo en la investigación científica, pero en lo que se expresa la necesidad ineludible de la argumentación demostrativa con arreglo a las leyes de la lógica misma.
4 El experimento o comprobación en los hechos; del cual, dependiendo de la ciencia particular, existen diversas formas, pero sin cuya aplicación no habrá demostración rigurosa, en tanto el conocimiento de un fenómeno que bajo condiciones controladas, sea susceptible de reproducirse.
5 La previsión científica; la capacidad de, dados los conocimientos objetivos, de poder predecir los acontecimientos a un plazo dado futuro bajo ciertas condiciones, como fin último de la ciencia en beneficio de la sociedad.
Todo lo que no se apegue rigurosamente a ello, sencillamente no es ciencia en el contexto de la ciencia de la modernidad.
La teoría del conocimiento dialéctico materialista en general, como el método de la ciencia en particular, han de ser el fundamento de una educación científica (en la modernidad ilustrada), en la que ese enseñe la ciencia misma, formando; no sujetos esencialmente con ciertas habilidades y capacidades o competencias; sino sujetos pensantes, críticos, capaces de transformar la realidad y emanciparse, como condición humana necesaria.
b) Teoría Sociopedagógica.
La educción es, en principio, un fenómeno social; externamente responde a leyes económico-políticas; e internamente a la ley tanto intelectiva o de la teoría del conocimiento; como a las leyes éticas o morales, acerca del consciente acto del individuo ante la sociedad; así como a las leyes de la estética, o de la percepción emotiva.
El ser humano, un sujeto altamente complejo, es, no obstante, algo más que relaciones económico-políticas, que procesos intelectivos, que relaciones morales y apreciación estética; es, también, una psiquie; esto es, una conducta inconsciente determinada por innúmeros e insospechados factores sociales, como por factores internos del carácter del individuo. En ese sentido, la psicopedagogía es una herramienta importante, particularmente para el tratamiento de casos especiales relevantes en el comportamiento común y socializado en la educación.
La psicopedagogía, pues -a nuestro juicio-, debe entenderse como lo excepcional en el proceso educativo, y no como la regla. Es la teoría sociopedagógica lo que debe regir el proceso educativo; es decir, de os principios de la socialización y la conciencia social; esto es, de la conciencia de la obligatoriedad moral y de la responsabilidad y compromiso social que ello impone; de los principios de la estética en el reconocimiento de la naturaleza humana y su propósito social consciente. Estos principios deben ser, pues, la base de la educación.