LA CIENCIA

La ciencia, en uno de sus sentidos más amplios, consiste en un conjunto de conocimientos sistemáticos. Sin embargo, hay que agregar, de acuerdo con lo antes dicho, que otra de sus; características es ser un método de acercamiento, un camino para llegar a la esencia de los fenómenos, un medio descubrir las relaciones causa-efecto, particular-general, forma-contenido, etc. Uno de sus objetivos es dirigir y predecir los cambios, pero lo puede lograr sólo a condición de que su construcción del mundo y del fenómeno en particular le permita comprenderlo en su esencia, en su funcionamiento, para, llegado un momento, influir conscientemente en su transformación. Dicho en otras palabras, el hombre se apropia del mundo en la medida en que lo comprende por medio de la abstracción y al apropiarse de él, lo transforma, transformándose a la vez a sí mismo.

Transitar de lo abstracto a lo concreto y de lo concreto a lo abstracto constituye la esencia del método específico de las ciencias sociales. Lo concreto en la realidad es lo abstracto en el pensamiento. Lo concreto real es siempre una totalidad, lo abstracto es lo concreto mental. En este sentido es abstracto por su forma subjetiva, por ser una representación mental. Otro significado de lo abstracto es el que se usa en el sentido de ser una parte del todo. Abstraer es separar una parte o una propiedad de un todo. Pero en este momento, cuando hablamos de abstracto y concreto nos referimos a la construcción mental y a la porción de la realidad a la que nuestra representación hace referencia, La estrecha relación que existe entre teoría y práctica científica aclara la posible confusión entre teoría y hecho, entre lo abstracto y lo concreto.

Es necesario tener en cuenta, sin embargo, algunas consideraciones a manera de advertencias; cuando abordamos la polémica cuestión de una definición sobre la ciencia, nos referimos a una cita de Einstein donde hace mención de los elementos subjetivos:

La ciencia como algo existente y completo es la cosa más objetiva que puede conocer el hombre. Pero la ciencia en su rehacerse, la ciencia como un fin que debe ser perseguido, es algo tan subjetivo y condicionado psicológicamente como cualquier otro aspecto del esfuerzo humano, de modo que la pregunta ¿cuál es el objetivo y significado de la ciencia? recibe respuestas muy diferentes en diferentes grupos de personas.

Lo que a Einstein le faltó precisar es el interés de clase que guía a estos "grupos de personas" el papel que juega la ideología en estas diferentes interpretaciones: en la selección de los objetos de estudio, en el descubrimiento de problemas, en sus soluciones y en el descubrimiento de un nuevo conocimiento.

El concepto de ciencia.

El estudio de la historia del pensamiento científico nos permite distinguir aspectos distintos de la teoría, el método y la técnica, así como distintas concepciones de ciencia.

En primer lugar hay que distinguir en una teoría filosófica lo que se refiere a la concepción del mundo, si lo primario es la materia o la conciencia, así como cuál es la fuente del conocimiento. Sobre todo esto trata la filosofía, lo cual tiene que ver, a fin de cuentas con el método.

En segundo lugar, es necesario referirse a las teorías particulares y a los métodos específicos.' La materia, la realidad, está en movimiento, y existe en forma estratificada; cada nivel está regido por leyes específicas. Las ciencias particulares que estudian los fenómenos en cada una de estas formas específicas del movimiento han desarrollado teorías y métodos particulares.

Pero históricamente, por diferentes razones, no ha existido coherencia lógica. Frecuentemente se ha roto este vínculo y se ha invertido la relación. Desde un punto de vista estrictamente científico, esta relación es necesaria, pero, por otra parte, históricamente, el desarrollo particular de las ciencias y los distintos caminos que ha seguido el pensamiento humano han llevado a que esta relación no se establezca, lo que ha generado tesis contradictorias y que muchas veces, debido al condicionamiento social en el que las orientaciones ideológicas juegan un papel importante, las conclusiones a las que llegan las ciencias particulares entran en choque con los sistemas de pensamiento preestablecidos; sobre todo cuando estos sistemas no tienen un fundamento científico, objetivo.

La contradicción se explica cuando se reconocen ciertos rasgos esenciales del pensamiento humano: primero, forma sistemas constituyendo totalidades; segundo, la tesis central que rige al sistema no siempre es una tesis científica; tercero, se produce una especie de incongruencia (que hemos llamado también esquizofrenia intelectual), es decir, se puede tener una visión científica en un nivel mientras que en otro más general no tenerla. Existen otras características pero éstas son las que nos interesan para comprender lo anteriormente planteado por Einstein cuando se refiere a que la ciencia en su rehacerse, la ciencia como un fin perseguido, es algo tan subjetivo y condicionado psicológicamente como cualquier otro aspecto del esfuerzo humano.

Los resultados de las ciencias particulares constantemente han entrado en choque con los postulados de los sistemas teóricos vigentes, y esto no ha sucedido sólo con las grandes corrientes del pensamiento, sino a nivel de los propios investigadores presentándose contradicciones en sus teorías, al interior de sus propios sistemas y discursos. Recordemos solamente a Aristóteles, Bacon, Newton, Danvin, Hegel, etc. y pensemos en un gran número de investigadores modernos.

La relativa independencia que guarda el método y la teoría científica, ha hecho posible que investigadores en diferentes épocas, utilizando aspectos o elementos del método científico y de las técnicas de investigación (dialéctica, deducción, inducción, experimentación, observación, etc.), hayan llegado a conclusiones acertadas y al descubrimiento de leyes científicas, aun partiendo, en algunos casos, de teorías equivocadas y de posiciones idealistas. Sus conclusiones y descubrimientos en muchas ocasiones entraron en contradicción con los sistemas dominantes y aun con sus propios marcos teóricos. Así sucedió, para citar unos cuantos ejemplos, con Copérnico y Galileo en los siglos XVI y XVII; con Linneo y Buffón en el XVIII; y con Newton, Darwin, Hegel, etcétera.

La ciencia como cuerpo integral no surgió sino hasta el siglo XIX, en el momento en que maduró y apareció toda una serie de condiciones materiales (económicas y sociales) y espirituales (acumulación del pensamiento científico, ampliación y profundización en los diversos campos de la ciencia), que hicieron posible, en un grado más alto de desarrollo, la unidad entre el materialismo y la dialéctica. Las premisas materiales y el desarrollo científico plantearon la necesidad de resolver las condiciones que existían entre la teoría y el método, entre la teoría y la práctica; entre el método y la técnica y que tenían remotos antecedentes. Es con el surgimiento del materialismo dialéctico como se llega a la integración del pensamiento científico en sus diversos niveles: el teórico, el metodológico y el técnico. Pero, el afirmar que históricamente se ha satisfecho esta necesidad no quiere decir que en la realidad concreta se hayan superado estas contradicciones. Factores sociales y gnoseológicos contribuyen para obstaculizar el camino progresivo de la ciencia. Así se explica, aunque de manera muy general, que sigan existiendo corrientes que, aun abordando aspectos parciales de la ciencia, se presentan como sistemas heterogéneos con referencias a marcos metafísicos idealistas o positivistas adquiriendo, en el campo de las disciplinas sociales, un verdadero carácter reaccionario, y en general promoviendo una visión fragmentada, reduccionista e incompleta de la realidad.

Las necesidades crecientes de la producción -dice Kedrov- y la agudización de la competencia exigen constantemente el perfeccionamiento de la técnica y, por consiguiente, el financiamiento de las investigaciones científicas. Pero el desarrollo de la ciencia conduce inexorablemente a la concepción materialista del mundo lo que da lugar a su enfrentamiento con los puntos de vista reaccionarios que imperan en la sociedad burguesa. De ahí la tendencia de la filosofía burguesa hacia el positivismo que deja de lado los amplios problemas metodológicos y las concepciones teóricas que plantean los conocimientos científicos modernos. Todo ello dificulta el desarrollo de la ciencia.

Este fenómeno se observa no sólo en la filosofía y en las ciencias particulares que estudian a la naturaleza sino también en las ciencias sociales donde se pretende dar una visión parcial de la realidad social desconociendo la interdependencia y el papel determinante de la estructura económica.

El materialismo histórico es la base científica de las ciencias sociales (teoría y método general). La concatenación de los fenómenos expresa, a su vez, la unidad y concatenación de las ciencias sociales. Los fenómenos no se dan en forma aislada; para conocerlos hay que dar cuenta de sus relaciones, evitar el mecanicismo y la reducción a la causa única. Si bien una causa í puede ser determinante no es la única que actúa. Es más apropiado hablar de un campo de la causa. La ciencia tiene como objetivo principal descubrir los eslabones intermedios a t través de los cuales actúan las causas determinantes. Respecto a lo social los fenómenos económicos adquieren un carácter determinante, pero hay que tomar en cuenta la relación dialéctica que se establece con la superestructura. Es frecuente la actitud positivista de deseconomizar los fenómenos sociales así como ignorar su carácter histórico. El método es histórico genético. La integración de la historia a la sociología es un principio fundamental del método científico.

Tomando en cuenta las observaciones de Einstein, desde nuestro punto de vista la ciencia puede, considerarse como una estructura, un sistema de teorías, principios, leyes y categorías que se manifiesta en tres niveles: el teórico, el metodológico y el técnico. De acuerdo con sus objetivos y necesidades se encuentra estratificada en un "piso estratégico y en otro práctico", aplicado (ciencia básica y aplicada). Por otra parte, la ciencia como reflejo de una realidad dialéctica, estratificada e interrelacionada se divide en un campo generalizador y en diversos campos específicos correspondientes a las ciencias particulares. Estas se caracterizan por el objeto que estudian y por, métodos y técnicas específicos; tienen en común las leyes objetivas y los principios universales que constituyen su unidad y su base.

De acuerdo con esta definición podemos apuntar los siguientes rasgos de la ciencia:

1. La ciencia es producto del trabajo científico que consiste en descubrimientos e inventos. "Depende, en parte, de la cooperación con otras personas vivas, en parte del aprovechamiento de los trabajos de investigadores" (Marx).23 Es trabajo general.

2. Posee una estrecha relación, de carácter dialéctico, entre la teoría y la práctica. La ciencia parte de los hechos, realiza su función generalizadora y crea modelos para modificar y transformar la realidad.

3. Es un sistema que por su forma es subjetivo, es decir, es un reflejo de la realidad;, pero que por su contenido es objetivo, es decir, corresponde a las propiedades y relaciones de los fenómenos.

4. La objetividad de la ciencia se comprueba en la práctica. Ésta es el criterio de la verdad. La práctica científica requiere de la construcción de modelos.

5. La ciencia posee una estructura lógica. La dialéctica subjetiva es un reflejo de la dialéctica objetiva. De aquí su íntima relación entre teoría, método y técnica.

6. La ciencia es un sistema abierto: al ser un reflejo objetivo de la realidad, posee un carácter dialéctico; su verdad es absoluta y relativa, parte de leyes y categorías comprobadas e investiga y realiza nuevos descubrimientos; afirma, niega y supera constantemente el cuerpo del saber establecido. Por su naturaleza dialéctica se contrapone al pensamiento dogmático y metafísico.

7. Su desarrollo está sujeto a leyes; como parte de la superestructura, está determinada por la base económica pero observa una relativa independencia. Esta relativa independencia se caracteriza por una dinámica interna que le es propia. Como forma de conciencia social se encuentra relacionada con las otras formas de conciencia social con las cuales se interinfluye. En su conjunto constituyen la superestructura.

8. La ciencia, como un todo integral de acuerdo con la realidad objetiva que se rige por la concatenación universal y que es también un sistema estratificado se clasifica según su objeto de estudio. Por una parte distinguimos a la ciencia que estudia las leyes, categorías y principios más generales (la filosofía); y por otra, toda una serie de ciencias particulares con su objeto específico de estudio (véase el cuadro Núm. 1).

9. La ciencia es concreta: es el análisis concreto de las situaciones concretas.

10. La ciencia es predictiva: el hombre guiado por las leyes científicas está en posibilidad de prever situaciones futuras y en el caso de las ciencias sociales, orientar su acción para impulsar los procesos sociales en el sentido del progreso.

11. Los fines de la ciencia están limitados por los intereses y necesidades concretas de la sociedad. En un momento determinado la ciencia natural y aplicada puede contribuir a la acumulación capitalista y sólo a largo plazo mejorar las condiciones de vida de la sociedad en su conjunto, pero hay ciencias, como las sociales, que de inmediato entran en conflicto con los intereses creados. Existe un aspecto de ellas que es "utilizado" por la clase dominante para reproducir el sistema y contribuir a la valorización. De ahí el interés de hacer de la ciencia social una ciencia neutral y de subrayar su utilitarismo (pragmatismo). Sin caer en el romanticismo, nos parece que la ciencia social debe contribuir al progreso social y que sólo lo puede lograr a condición de producir resultados científicos.

12. Por último, la relación de la ciencia con la producción y la tecnología la han convertido también en una fuerza productiva. 

BIBLIOGRAFÍA: El método ante la incertidumbre. Alfredo Tecla Jiménez.


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