DESARROLLO AUDITIVO-NEURONAL-CULTURAL

El oído conforma los órganos de equilibrio y audición. También se le denomina órgano vestibulococlear dentro del estudio de la medicina. Es un órgano que se encuentra muy desarrollado, principalmente en mamíferos inferiores terrestres y acuáticos, en el caso del ser humano esta evolución no está tan desarrollada. En conjunto el estudio histoanatómico del oído se divide en tres partes, oído externo, oído medio y oído interno.

De los cinco órganos de los sentidos, la vista y el oído, considerados como telerreceptores porque captan estímulos producidos a distancia, son los más relevantes para el ser humano. No obstante, la audición tiene una importancia muy especial, porque es la puerta de entrada del lenguaje, con lo que propicia el desarrollo del mismo en la persona que capta el de sus semejantes. Los niños aprenden a hablar oyendo y si su problema de audición es de nacimiento, no pueden desarrollar lenguaje, razón por la cual tienen una doble discapacidad: no reciben mensajes y no aprenden a elaborarlos propios.

Al ser la audición el punto de partida de la principal característica distintiva del ser humano que es el lenguaje, su ausencia o su disminución implican consecuencias personales, familiares, sociales, educativas y culturales de gran importancia. Un niño que no oye, no solo no puede aprender a hablar, sino que tampoco puede apropiarse de la lectura y la escritura que es la base del desarrollo cultural. Un adulto que habiendo oído deja de tener esa función, presenta graves limitaciones de relación interpersonal que pueden afectar muy importantemente su vida personal en todos sus aspectos.

Oír es hablar. Hablar es la principal consecuencia funcional de la audición. Nadie aprende a leer y escribir si previamente no ha consolidado su código lingüístico oral. Por esto y más, la audición debe considerarse, sin lugar a dudas, como uno de los más grandes dones funcionales del ser humano.

Al ser la audición el punto de partida de la principal característica distintiva del ser humano que es el lenguaje, su ausencia o su disminución implican consecuencias personales, familiares, sociales, educativas y culturales de gran importancia.

Oír es hablar. Hablar es la principal consecuencia funcional de la audición. Nadie aprende a leer y escribir si previamente no ha consolidado su código lingüístico oral. Por esto y más, la audición debe considerarse, sin lugar a dudas, como uno de los más grandes dones funcionales del ser humano.

El sonido y el silencio

Desde el momento del nacimiento, al principio de una forma indiscriminada, el niño es sensible a los sonidos, pero con el paso de las semanas y meses va perfilando sus posibilidades discriminatorias.

El niño descubre los sonidos y asocia fácilmente el sonido con la situación emotiva en la que se produce. Para que el niño llegue a conocer adecuadamente los sonidos, son indispensables dos condiciones:

Que se repitan con cierta frecuencia.

Que después de los comienzos de su percepción, al sonido se le asocien la palabra que define la persona, objeto o situación de aquello que está sonando.

Las cualidades del sonido

El oído es el órgano principal del entendimiento auditivo. El oído está casi totalmente desarrollado al nacer, lo que aún no está desarrollado son las áreas que contienen los órganos sensoriales de la audición y esto hace que la audición se encuentre en el nivel más bajo de todas las sensibilidades. Igualmente, aprenden a diferenciar las cualidades de los sonidos. Éstas, con algunos de sus atributos, son las siguientes

ALTURA: depende de la rapidez con que se produzcan las vibraciones de los cuerpos sonoros. A más rapidez, más vibraciones, y, por lo tanto, mayor elevación del sonido.

El movimiento ascendente y descendente de los sonidos se realizará con la voz, la flauta o armónica; es decir instrumentos simples en los que se ve muy bien el paso de lo grave a lo agudo.

Los juegos con sonidos graves y agudos se trabajarán progresivamente con una dificultad creciente, con el fin de fomentar en el niño la atención, ya que paulatinamente los sonidos estarán cada vez menos alejados entre sí. Desde pequeños acostumbraremos a los niños a retener sonidos e imitan pequeñas melodías con el mismo criterio de dificultad creciente.

INTENSIDAD: depende de la amplitud de las vibraciones y ésta a su vez depende de la fuerza con que se haya producido esa vibración. Puede ser fuerte o débil, con ella se reflejan el énfasis y los sentimientos.

Para enseñar a los niños la diferente intensidad de los sonidos, se aprovecharan los momentos en que se produzcan dichos sonidos: un trueno, lluvia, un frenazo de un coche,...

DURACIÓN: es el valor temporal de las cosas, sonidos largos o cortos.

TIMBRE: (o color) sonidos producidos por diferentes materiales las diferencias tímbricas no sólo dependen de las características del cuerpo sino también de la forma de tocarlo. Así, es diferente rasgar, golpear,... por eso un mismo sonido suena diferente si es tocado por diferentes instrumentos.

Adecuar el oído a la discriminación tímbrica se consigue mediante la práctica de escuchar los diferentes sonidos de la vida diaria. Así el oído se va acostumbrando a las diferencias de timbre y con su memorización o retención reconocerá objetos, instrumentos, etc.

Cualidades del silencio

Sólo a partir del silencio puede iniciarse una educación del oído y, en definitiva, una educación musical. El silencio desde el punto de vista real, constituye la ausencia total de sonido. El silencio absoluto no existe, pues continuamente se están produciendo sonidos. Desde el punto de vista musical, el silencio puede tener diversos significados:

Significación expresiva.

La adquisición del sentido del orden.

El proceso de captación de los sonidos y silencios sigue varias fases:

El maestro hará que el niño tome conciencia de la discriminación, haciéndole sentir el silencio.

Ejercitación sistemática de esa discriminación en la que el niño tiene mayor conciencia y discrimina más

Recomendaciones

• Los niños son muy sensibles a los sonidos, desde los primeros días de nacidos es recomendable platicarles con voz agradable, pero con palabras, frases y comentarios completos; hable a los niños como hablaría con cualquier otra persona.

• Hable a los niños con naturalidad, no les hable como chiquitos o como menores de edad.

• Escuche música agradable y de altas características y atributos culturales.

• Realice lectura sabrosa diariamente con sus niños, cuide las entonaciones, los énfasis y dramatizaciones.

• Lea con su niño de muchas formas las palabras en estudio e invente campos semánticos diversos.

• Erradique del aula y de la escuela cualquier caos auditivo, las reberberancias o escándalos.

• Avance semana a semana a un mayor dominio léxico; entre más palabras o nombres de las cosas, fenómenos o procesos se dominen será más amplia la posibilidad de entendimiento y de expresión libre.

• Desarrolle con sus niños la cultura del silencio; construya en el aula y en la escuela la fuerza del silencio, para escuchar el ruido de las hojas de lo árboles al ser movidas por el viento, para escuchar al compañero que habla o para reconocer la belleza de los instrumentos musicales y su armonía.

• No imite de forma despectiva la forma de hablar de su niños, evite formas estilizadas de expresión, a menos que estas sean necesarias en alguna representación teatral.

• Producción de diferentes vibraciones.

• Producción y discriminación de ruidos.

• Producción y discriminación de sonidos diversos y musicales.

• Juegos de ritmos, con o sin instrumentos.

• Emisión de la voz.

• Juegos musicales.

• Expresión corporal y diferentes efectos sonoros.

• Manejo de instrumentos de percusión.

• Gráficos del sonido, asociaciones y vivencias.

• Movimiento y danzas con su propio ritmo interno.

• Improvisación y creación de ritmos.

Ejercicios y actividades

• Percepción de resonancias mediante la impresión táctil y la vibración de la voz humana.

• Ejercicios para adquirir la voz, vocalizando palabras y frases.

• Ejercicios para el desarrollo del volumen de la voz, con respiración profunda, pronunciando las palabras usando aire y cuerdas bucales.

• Pronunciar frases con sentido rítmico; Juegos y ejercicios de ritmo y prosodia.

• Montaje de poemas, narraciones, cuentos, refranes, adivinanzas, retahílas.

• Entonar con voz aguda; entonar con voz grave, acentuar determinadas sílabas.

• Canciones y poesías, seleccionadas, breves, fáciles de entonar, con letra adaptada, con motivos correctos, con frases construidas adecuadamente, agradables y/o graciosas, comprendidas y memorizadas.

• Diálogos melódicos.

• El movimiento de balanceo debe ser el primer ritmo.

• Juegos rítmicos con percusiones temporales; Juegos rítmicos con desplazamiento; Juegos rítmicos sobre el suelo; Independencia rítmica; Realización de diálogos rítmicos; Improvisación de ritmos; Diferentes tipos de marcha; Crear movimientos.

• Expresar corporalmente estados anímicos, emocionales, físicos y situaciones de grupo.

• Mostrar una danza y dibujar.

• Bailar diferentes ritmos.

• Descubrir movimientos lentos, fuertes, pesados, livianos, percusivos, descendentes, ascendentes, en diagonal, en suspensión, continuos, discontinuos, circulares, cuadrados...

• Vivencia corporal de sonidos: rrrrrr (vibración)...

DISCRIMINACIÓN E IDENTIFICACIÓN AUDITIVA:

• Asociar un objeto con los sonidos que emite.

• Reconocer y diferenciar las diferentes cualidades de los sonidos: intensidad, tono, duración.

• Identificar y diferenciar los sonidos y ruidos más conocidos:

• De ruidos y sonidos del cuerpo humano:

• De ruidos y sonidos de la casa: ruido de una puerta, grifo con agua, timbre del teléfono, etc.

• De ruidos y sonidos que se escuchan con frecuencia en la calle y en la naturaleza: coche, lluvia, gritos de niños, lluvia, sonido del trueno, sonido del mar, etc.

• De sonidos que producen diferentes animales.

• De sonidos de instrumentos musicales.

• Localizar el punto de partida de sonidos, ruidos y voces.

• Identificar las voces familiares.

• Desarrollar ejercicios de ritmo, haciendo uso de los sonidos.

Expresión músico-corporal: Consiste en acompañar con movimientos y gestos corporales una audición. Algunas actividades pueden ser:

Movimiento libre: A partir de una obra musical los alumnos deberán realizar movimientos sin desplazamiento a medida que la escuchan. Una variante puede ser la de realizar los movimientos con desplazamiento libre por un espacio determinado.

Salta: Colocaremos en el suelo una serie de aros. Los alumnos de forma individual se colocarán al principio del recorrido y saltarán marcando el pulso, el ritmo o el acento de la música. Podemos colocar varios recorridos para simultanear varios movimientos: mientras unos marcan el pulso, otros marcarán el acento.

Dirige la música: A medida que suena la música, los alumnos deberán imaginar que son directores de orquesta y dirigen al resto de compañeros sin olvidar representar la dinámica (matices) y agógica (movimiento).

Danzas: A través de la cuales el alumno puede interiorizar la forma de una obra musical. ("EL LEÓN" C. Saint Saens).

Expresiones: Con todo el cuerpo, el niño deberá interpretar una obra musical representando: los distintos elementos que configuran la música y el sonido: ritmo, movimiento de la línea melódica, cadencias, textura, altura, intensidad, matices.

Narración musical: Consiste en inventar una historia sobre una música determinada. Proponemos como ejemplo: "LA DANZA MACABRA" de C. Saint Saens. Trataría la historia de amor de 2 esqueletos en el cementerio. El "CANON" de Pachelbel. Historia de un muchacho que perseguía el arcoíris.

Dramatización musical:Consiste en realizar una dramatización a partir de una obra musical. Como ejemplo proponemos las anteriormente mencionadas, además de: "EL MARCADO PERSA" de Ketelbei.

Otras actividades

Coleccionar objetos sonoros. Oír el sonido que producen al caer, al chocar uno con otro, al soplar, al arrastrarlos, al agruparlos. (se pueden hacer clasificaciones siguiendo algún criterio válido). Los que hacen ruido al caer, los que producen al soplar, etc.

Identificar sonidos reales: Los niños escucharán sonidos producidos por el cuerpo; Discriminar sonidos ambientales (casa, escuela, oficina); Identificar sonidos de objetos de la naturaleza

Interiorización de ruidos y sonidos del ambiente; Discriminar sonidos de animales; Discriminar sonidos de instrumentos musicales.

Producción y reconocimiento de sonidos; Descubrir las posibilidades de la boca; Identificar y localizar timbres de voz; Reproducir ritmos dados con palmas; Discriminar las vocales en una palabra, de forma oral.

En este proceso de aprendizaje se suceden varias etapas:

ESCUCHAR un amplio abanico de sonidos en el que ya puede empezar a ver y distinguir los diferentes sonidos.

IMITAR en un principio, una mera repetición de sonidos sin tener consciencia de lo que ha repetido y poco a poco, será capaz de reproducir conscientemente lo que ha escuchado. Estos ensayos (imitaciones y repeticiones) son imprescindibles para conseguir el dominio de las habilidades musicales que permiten la interpretación de los sonidos escuchados.

RECONOCER y distinguir entre diferentes sonidos escuchados anteriormente. A través del reconocimiento el niño identifica lo que escucha.

REPRODUCIR, repetir sin un modelo inmediato lo que anteriormente ha escuchado y ha imitado.

CARACTERÍSTICAS Y CRITERIOS DE SELECCIÓN DE LAS ACTIVIDADES MUSICALES.

Los principales elementos de la música con el ritmo, la melodía y la armonía.

El ritmo es el elemento básico e imprescindible para llegar a la melodía. Cuando ésta aparece lo hace totalmente integrada en el ritmo, de la cual no se podrá desvincular.

La armonía engloba el ritmo y varias melodías. Este orden es el que debemos respetar en la sistematización de la educación musical. En Educación Infantil no se trabaja la armonía, ya que es necesario haber alcanzado el nivel madurativo completo.

EL FOLKLORE POPULAR.

El folklore de la región es el material más adecuado para iniciar la Educación musical y para el aprendizaje global del niño. Lo encontramos unido a lo gestual, al rito, a la danza y al juego.

Algunos tipos de danzas sencillas son las de corro, fila, de parejas e individuales.

Hay un inagotable repertorio de formas musicales tradicionales que aprendemos de padres a hijos y que son vehículo de emociones y costumbres.

En definitiva lo que se pretende es que las tradiciones locales formen parte de las experiencias del niño, aproximándolo a su música y costumbres regionales de forma natural y educativa.

ACTIVIDADES DE EDUCACIÓN MELÓDICA

De articulación

De vocalización:

Boca cerrada inspirar por la nariz, espirar por la boca emitiendo sonidos vocálicos.

Sonidos vocálicos aumentando la intensidad y disminuyéndola.

Con tono grave y agudo.

Con fonemas:

Imitar sonidos abiertos y cerrados acompañados de un gesto diferente.

Imitar un sonido vocálico entre diferentes consonantes.

De respiración:

Boca cerrada, oler colonias y aromas intensos.

Coger papel de seda con la nariz.

Boca cerrada, inspirar por la nariz, mantener el aire durante un pequeño periodo de tiempo y espirar por la boca lentamente. Ejemplo: olemos una flor.

De fonación:

Con la lengua, con los dientes, mandíbula, garganta, paladar, cuello.

Ejercicios de voz cantada:

Nuestro amigo el mono piruleta se ha subido a un árbol y no quiere bajar. Tratemos de convencerlo empleando diversas formas para llamarlo, en tonos que expresen: amabilidad, paciencia, impaciencia, orden, súplica, indignación.

Jugar con las sílabas de su nombre estirándolas:

Piii-ruuu-leee-taaa. Hacer caricaturas vocales de un personaje hablando como: papá, el abuelo, el bebé; Juegos de resonancia: imitar la mosca, la abeja, el mosquito; Imitar la sirena, las campanas.

Escuchar música dirigida

Dificultades en el aprendizaje: Problemas de conducta, Trastornos profundos en el desarrollo (autistas), Niños con deficiencia mental: Con dificultades en la socialización, Con baja autoestima, Con trastornos médicos crónicos y/o degenerativos (cáncer, cardiopatías, problemas de dolor, etc.)

A personas con: Enfermedades degenerativas debido a la edad (Alzheimer entre otras), Problemas de fármaco dependencia y abuso de sustancias: Daño cerebral debido a enfermedades o traumatismos, Incapacidades físicas debidos a enfermedades degenerativas o a accidentes, Problemas de dolor agudo o crónico debido a diversas condiciones (secuelas de accidentes, cáncer, etc.). Personas con enfermedades terminales.

A personas que no tienen problemas de salud pero que les permite emplear la música para: Reducir el estrés a través de hacer y escuchar música, como apoyo en el proceso del parto en las mujeres. Aumentar la creatividad y la capacidad de resolver problemas, Para disminuir la ansiedad Para mejorar la autoestima Para manejar el estrés

Ejemplo de una lista con ejemplos de obras clásicas y su virtud para según sea el objetivo:

Hipertensión:

Las cuatro estaciones de Vivaldi

Serenata nº 13 en Sol Mayor de Mozart

Depresión:

Concierto para piano nº 5 de Rachmaninov

Música acuática de Haendel

Concierto para violín de Beethoven

Sinfonía nº 8 de Dvorak

Ansiedad:

Concierto de Aranjuez de Rodrigo

Las cuatro estaciones de Vivaldi

La sinfonía Linz, k425 de Mozart

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